martes, 10 de marzo de 2015

Crítica personal: Cazadores de Sombras 5 Ciudad de las Almas Perdidas

Título: Cazadores de Sombras 5 – Ciudad de las Almas Perdidas.
Título original: The Mortal Instruments 5 – City of Lost Souls
Autora: Cassandra Clare
Publicado en España en: 2012
Editado en España por: Destino

Sinopsis:

Jace es ahora un sirviente del mal, vinculado a Sebastian por toda la eternidad. Sólo un pequeño grupo de cazadores de sombras cree posible su salvación. Para lograrla, deben desafiar al Cónclave, y deben actuar sin Clary. Porque Clary está jugando a un juego muy peligroso por su propia cuenta y riesgo. Si pierde, el precio que deberá pagar no consiste tan sólo en entregar su vida, sino también el alma de Jace.

Clary está dispuesta a hacer lo que sea por Jace, pero ¿puede seguir confiando en él? ¿O lo ha perdido para siempre? ¿Es el precio a pagar demasiado alto, incluso para el amor?


Crítica personal (puede haber spoilers):

Dado que se trata de un capítulo avanzado de una saga, será irremediable caer en la mención de hechos considerados sabidos por los que hayan sondado las anteriores partes; y más sumando su vínculo con la trilogía de Los Orígenes.

 Este quinto libro de la saga principal es, ni más ni menos, que la antecámara del desenlace a la historia de Clary y Jace. Y aunque objetivamente sentí que Cassandra Clare había bajado un poco la fuerza y el nivel de los tres primeros con Ciudad de los Ángeles Caídos, debo admitir, aquí ha sabido remontar el vuelo.
Retomando la historia desde el impactante y angustioso final de su predecesor. Jace está desaparecido, al igual que el cuerpo de Sebastian; este hecho lleno de temores e incertidumbres afecta a todos los que quieren a Jace, en especial Clary, la cual ha sido sometida a varios interrogatorios ante la Espada Mortal, revelando entonces lo ocurrido en la noche de autos y la secreta resurrección de Jace por obra del ángel Raziel durante la Guerra Mortal en Idris. El Cónclave no tardará demasiado en relegar este asunto para atender otros más prioritarios y urgentes, especialmente tras los nulos éxitos en su investigación.
Finalmente, Jace volverá a aparecer, pero no estará solo y no será el mismo que conoció y enamoró a Clary. Los dos hijos que crió Valentine Morgenstern están unidos para toda la eternidad… en todos los sentidos.
Clary tomará una iniciativa muy arriesgada, más de lo que ella pueda imaginar, siguiendo los pasos de ambos para tratar de recuperar al amor de su vida y saber que es lo que trama su hermano biológico. Por su parte, sus amigos actuarán por su cuenta en la desesperada búsqueda de una manera de acabar con Sebastian y liberar a Jace de éste… mientras todos ellos también lidian de paso con sus problemas y asuntos tantos personales como sentimentales.

Cazadores de Sombras sigue en su línea. Personajes muy elaborados y con gancho (aunque siempre he tenido más predilección por Simon, Magnus y los hermanos Lightwood), situaciones que te harán estremecer, reír, angustiar, emocionar y tener que hacer un esfuerzo por parar y no acabarlo demasiado pronto de lo mucho que puede llegar a meterte dentro de la historia el estilo de “Cassy” (o al menos, eso le pasa a un servidor). Una ambientación absorbente, un detalle minucioso en la descripción del entorno, una intriga que se va destapando capa a capa, con giros sorprendentes e inesperados hasta el final. Historias amorosas y vivencias personales, muchas veces tan normales a pesar de lo poco mundanos (y nunca mejor dicho) que son sus protagonistas; todo paralelamente a una trama interesante en un mundo del que la gente normal vive, por norma general, ignorante de su existencia y los peligros que representa. Cassandra Clare ha sabido mantener y mejorar incluso el estilo narrativo que tanto admiro como lector y escritor, ese mismo estilo que me metió de lleno en el bolsillo con Ciudad de Hueso.
Para no romper la costumbre, la autora trata de mantener bastante la intriga en lo posible para dar un buen golpe revelador prácticamente en los últimos capítulos. El epílogo tras los veintiún capítulos que forman este libro trae muchas sorpresas (en su mayoría no tan buenas y agradables) y giros vertiginosos que me han dejado bastante anonadado e incluso boquiabierto para afrontar el futuro desenlace de la saga.

Un gran peso de la historia lo lleva la prole (incluyendo el adoptado) de Valentine. En este libro he visto una Clary que cambia, crece y evoluciona tanto como persona como cazadora de sombras, un Jace que es y al mismo tiempo no es Jace, y a un Sebastian que me ha hecho titubear y pensar incluso si lo blanco es tan blanco y lo negro tan negro. Clary sigue siendo tan temeraria por los que ama, haciendo tripas corazón de estar junto “otro Jace”, que en realidad no es el que ama, pero a su vez lo es en lo más hondo, demasiado hondo; sentirá dicha y pesar mientras trata de recuperarlo, sin importar lo peligroso que sea en lo que se ha metido sin saberlo. Jace se muestra como es él pero sin serlo, como si la luz que fuese él en verdad estuviese rodeada por una densa niebla que deja ver que es la luz, pero que vela el verdadero e intenso resplandor de su naturaleza real. Y desde luego, Sebastian da mucho juego a esta historia, y me ha parecido un personaje muy interesante en este libro, ya que le iremos conociendo de verdad y más a fondo; porque la verdad, poco se pudo ahondar en su verdadera personalidad en Ciudad de Cristal.
Y con respecto al resto de personajes, la otra mitad de peso en esta historia… Simon sigue siendo el mismo (incluyendo la oportunidad de sus comentarios), y eso me agrada; amigo del alma leal a Clary, hasta tal punto de dejar en segundo plano todo lo demás… Está claro que más de media vida queriéndola es difícil de olvidar en tan poco tiempo, y aunque parezca que lo ha superado, a mí me da a entender que una reminiscencia de ese amor pasado está ahí para complementar su amistad platónica como un grupo de lapas sobre una roca marina. Isabelle (otro de mis “prefes”) cada vez más siente que algo está cambiando en sí misma, en su forma de ver y vivir la vida y todo lo que creía inalterable, mostrándose más humana y pasional bajo su habitual frivolidad... y eso la abruma y asusta un poco. Alec y Magnus, sobre todo el mayor de los hermanos Lightwood, nos deja ahondar más en su relación y lo que ha empezado a afectar la aparición de Camille en Ciudad de los Ángeles Caídos y la ponzoña de dudas que ésta vertió en la mente de la actual pareja de su ex; las tentaciones y los miedos un tanto egoístas pueden hacer en una relación más de lo que uno pueda imaginar. Maia y Jordan, con mayor presencia y participación ahora, tienen su pequeño protagonismo en Ciudad de las Almas Perdidas, tanto en los acontecimientos de la trama general como en lo que dejaron pendiente en el cuarto libro.
Jocelyn, Maryse y, en especial, Luke tienen menos presencia en este capítulo de la saga, pero siguen siendo bastante relevantes (de hecho, la madre de Clary tiene más protagonismo esta vez que en las anteriores entregas, con algunas escenas un tanto interesantes). Volvemos a encontrarnos con algunos personajes vistos en entregas anteriores de la saga, junto a algunos nuevos que creo que deberemos tener en cuenta, literalmente, de cara al futuro.
También en este libro sabremos más sobre Las Hermanas de Hierro, quienes me han resultado tan interesantes, a la par que misteriosas y arcaicas, que los Hermanos Silenciosos.
Un personaje que en sus apariciones en este libro me ha tenido con la mosca detrás de la oreja ha sido el Hermano Zachariah, que parece saber demasiado, haciendo despertar en el lector más de una conjetura, las cuales no pasan más allá de la mera especulación.

Si en Ciudad de los Ángeles Caídos se veía ciertas conexiones que hacían referencias a Los Orígenes, en este vemos más, pues hay ciertas menciones a personajes de dicha época victoriana (a parte de los inmortales Magnus y Camille), e incluso veremos algunos elementos que aparecen en los dos libros publicados hasta ahora de esta precuela. Y además de enlazar el pasado con este presente, Cassandra Clare utiliza Ciudad de las Almas Perdidas para establecer el primer nexo con Los Artificios Oscuros, la futura trilogía cronológicamente posterior a The Mortal Instruments, ya que vemos algunos personajes del Instituto de Los Ángeles (tal como dejó en manifiesto la autora antes de la salida del presente libro), entre los cuales vemos a uno de sus futuros personajes principales en una etapa muy pueril de su vida.

Debo reconocer que en las primeras páginas me costó un poco arrancar, intentando enlazar este comienzo con el final tan incierto como impactante de Ciudad de los Ángeles Caídos, pero no tardó en fluir todo como siempre. He podido apreciar una gran diferencia entre los primeros libros y éste a reseñar. Sigue siendo tal como siempre ha sido (el carisma de sus personajes, el estilo narrativo de la autora, etc.), pero ya es más que palpable el grado de evolución en la trama, que sus personajes han evolucionado también e incluso cambiado con pequeñas pinceladas pero sin perder la chispa que los caracterizó en sus primeras apariciones. La frescura de una historia nueva por descubrir y aún por crecer ya no se aprecia, pero sí la jugosa maduración de esa frescura con una trama que se ha curtido en más de mil páginas.
Otro punto a favor es que ahondamos más en los personajes secundarios, incluyendo sus situaciones sentimentales, sin que se acapare tanto a Clary y Jace (que la verdad, ya uno empezaba a sentir cierto fastidio de que esta parejita rozase la monopolización en este sentido). Ahora las inquietudes y problemas tanto personales como del corazón de Simon, Isabelle, Magnus, Alec, e incluso Maia y Jordan, son más palpables para mi beneplácito; suelo tener más “feeling” con los personajes secundarios y es un gusto para mí ver y saber más de ellos.

Y ya casi me iba a olvidar el comentar la portada. Fantástica, como siempre; y ya se aprecia la mecánica del diseño de éstas a partir de Ciudad de los Ángeles Caídos: Clary acompañada de otro personaje. Primero fue Simon, en esta Jace. Queda muy claro quién sería su consorte de portada en el sexto.

Conclusión: Una historia ya muy desarrollada, como siempre personajes y situaciones que nos mete de lleno en cada página, con un final tan sorprendente como intrigante. Muchos dirán que se podría haber quedado perfectamente la historia de Clary y Jace en Ciudad de Cristal, quizás sea así desde cierto punto de vista pero esta “segunda trilogía” de The Mortal Instruments no me está decepcionando en absoluto hasta el momento. Ahora toca esperar a Ciudad del Fuego Celestial.

Mi valoración global: 5/5


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