jueves, 5 de noviembre de 2015

Crítica personal: Cuando te Encuentre

Título: Cuando te Encuentre
Título original: The Lucky One
Autor: Nicholas Sparks
Editado en España por: rocabolsillo

Sinopsis:
Una historia inolvidable sobre las sorpresas que nos da la vida y el poder que tiene el destino para guiarnos hacia el amor verdadero.

Durante su tercera misión en Iraq, el soldado estadounidense Logan Thibault encuentra la fotografía de una joven sonriente enterada en la arena del desierto. En la base, nadie la reclama y él acaba guardándola. De repente Logan empieza a tener suerte: gana en las partidas de póquer, sobrevive a un ataque que mata a dos de sus compañeros…
De vuelta a E.E.U.U., Logan buscará a la mujer retratada pero desde luego no se espera a la persona fuerte pero vulnerable con la que se topa en Hampton, Carolina del Norte. La atracción que siente por ella le pilla desprevenido así que acaba manteniendo en secreto la historia de la fotografía, su amuleto. Un secreto que puede terminar destruyendo la maravillosa historia de amor que acaba de comenzar.

Crítica personal (puede haber spoilers):

El ex marine Logan Thibault llega, tras recorrerse caminando el país prácticamente de punta a punta en compañía de su pastor alemán, al pequeño pueblo sureño de Hampton (Carolina del Norte) con la esperanza de localizar a la mujer de la foto que se encontró en Iraq que tanto cambió su vida y su suerte, tras indagar en las pocas pistas que le facilitaba el mismo retrato; movido por las palabras de su amigo y compañero también ex marine Victor, quien creía que la foto le había dado fortuna (en especial a la hora de sobrevivir a numerosas muertes) y que está en deuda con la retratada, con la obligación de darle las gracias y compensarle lo que ha hecho por él sin saberlo.
Y finalmente la encontrará. Beth, maestra de primaria de profesión, vive con Nana, su abuela, y con Ben, su hijo de diez años. Una mujer fuerte pero vulnerable que se quedó embarazada en su último año de instituto y cuyo matrimonio acabó al poco de nacer Ben.
Por otro lado está Keith Clayton, ayudante e hijo del sheriff, de carácter bravucón, un hombre con un gran complejo de “soy el rey del mambo” por el hecho de que toda su familia tiene poder e influencia en ese pueblo. Además, es el ex de Beth y padre de Ben. Es capaz de desplegar la inmadurez de un adolescente a pesar de su edad,  así como las peores obsesiones que puede llegar a lucir el ser humano. Desde el comienzo será evidente que nunca hará buenas migas con Logan.
Lo que no estaba previsto en las intenciones de Thibault, al empezar a trabajar en el centro de adiestramiento canino que regenta Nana para devolverle a la nieta de ésta el favor y sin revelar aún la posesión de la foto, es que se fuese enamorando de Beth. Y aunque ella se muestra en un comienzo distante y recelosa (un completo desconocido, además ex marine, que sin motivo aparente se ha recorrido largos kilómetros a pie hasta llegar a ese pequeño pueblo, y que acepte un empleo tan trabajoso como poco remunerado), al final se irá quitando esa coraza de recelo poco a poco, cuando va viendo que tipo de persona es Logan y la química que va fluyendo entre ambos, y más ante la natural y sincera simpatía que van mostrando Nana y Ben hacia él. Pero allí estará Clayton, la pieza principal que hará que esta historia no sea única y especialmente idílica; a parte de la posesión de esa foto, la cual Thibault considera tan importante como un peligro muy potencial en esa naciente relación si llegase a conocimiento de Beth de ese único secreto que crece día a día.

La trama es muy intensa y tierna, fluida y amena, bastante visceral pero detallada en su justa medida y sin excesos… El estilo y la creatividad de Nicholas Sparks me han tenido bastante enganchado, haciéndome disfrutar poco a poco cada página. Es una historia romántica, desde luego, pero también nos adentra en las vivencias a parte de lo que va surgiendo entre Thibault y Beth.
Están muy presentes los recuerdos y las escenas retrospectivas de Logan de su tiempo como marine, que también nos permite conocer mejor su pasado; los años en los que estuvo en Iraq no fueron fáciles, como es lógico estando en una zona conflictiva donde su vida corría constante peligro, incluso con la buena suerte que empezó a disfrutar tras el descubrimiento y posesión de la foto. Beth no ha estado como Logan años con la vida pendiente de un hilo y viendo la muerte como el pan nuestro de cada día, pero tampoco ha tenido una vida idílica por un largo cúmulo de infortunios que podría pasarle a cualquiera, incapaz de rehacer su vida por más que lo intentara.
Pero ambos son personajes fuertes que han sabido no derrumbarse ante las adversidades.

Los personajes (y las situaciones en general) han sido santos de mi devoción.
Logan no se aleja mucho del ideal de hombre perfecto y mañoso en muchas cosas (a pesar de vestir muy informal y lucir greñas tras dejar el ejército), pero en él hay sencillez y naturalidad, sabiendo sus propias cualidades y virtudes pero con la humildad de no vanagloriarse de éstas. Pese a su tranquilidad y temple, por sus acciones demuestra rectitud y bondad, e incluso capacidad de sacrifico y arrojo por la gente que aprecia.
Beth es fuerte pero vulnerable, entregada a su amada y pequeña familia. Cuando empieza a olvidar tanta prudencia recelosa hacia Thibault, tras conocerle mejor, desnuda su alma sobre él, sintiéndose más viva a su lado; y con él, por primera vez en muchísimo tiempo, sentirá cosas que ya consideraba prácticamente olvidadas. Cuando ella se lo propone puede mostrar la fuerza y arrojo interior que no siempre saca a relucir, aunque sus propios fantasmas no se lo pongan fácil.
Clayton, la cruz de la cara de Logan, se ganó a pulso mi tirria y asco en cada línea suya, aunque en un momento de la historia llegó a sorprenderme bastante. Algo chapado a la antigua, desde el primer capítulo deja patente un gran amor por su propio ombligo (y el órgano que tiene más abajo, tanto en sentido literal como metafórico) y que se cree con derecho a lo que le venga en gana, en especial en lo que respecta a Beth. Va de flor en flor, pero aún así se cree dueño de su ex (en especial porque es la madre de su hijo). Con Ben se siente más bien incómodo y a penas conectan porque es el típico padre falócrata que quiere que su hijo sea bueno en los deportes, contrario a sus gustos más intelectuales y virtuosos que considera poco varoniles y motivo de vergüenza. Lo que me hace gracia de este personaje es su fobia a Zeus (explicada en el primer párrafo), el cual le hace sentir cohibido desde el principio.
Y diréis… ¿quién es Zeus? Pues el pastor alemán de Logan, que desde luego es un personaje más, tan real y “humano” como el resto. Adoro esta raza, y si no me gustase me habría empezado a gustar gracias a este chucho que se gana el cariño de todos (salvo Clayton), en especial el de Ben.
Ben es un niño muy bueno y no especialmente travieso, inteligente, alegre y afectivo pero un tanto retraído a veces, que le gusta leer y jugar al ajedrez. A su edad, recién entrado en la preadolescencia, muestra mucha madurez y sensatez; se guarda muchas cosas para sí, como lo infeliz que en verdad es en sus fines de semanas alternos con su padre, desahogándose en el silencio de la soledad. Pero la llegada de Logan y Zeus serán muy renovadoras para este chaval.
También está Victor, amigo y compañero de Logan, que aunque no tiene una participación directa en lo que sucede en Hampton, sí que será una figura con su grado de relevancia.
Y dejo a Nana para el final de los personajes principales porque (sin desmerecer a ninguno, porque todos me han gustado) es el que se ha ganado un poquito más mi cariño junto a Zeus. Una mujer muy activa pese a sus años y sin demasiados pelos en su lengua bastante ácida y a veces afilada cuando toca “tajar”, que hasta Clayton procura evitarla en lo posible. Incluso tras sufrir una embolia que le ha afectado al lado izquierdo del cuerpo trata de demostrar que no es ninguna inútil. Es el personaje con los mejores puntazos y que me ha hecho reír mucho, haciéndome pensar “vaya con la vieja”. Un gran sostén para Beth incluso en el estado de salud en que se encuentra. Sé que la mayoría disfrutaréis de Nana (y de los demás personajes) tanto como yo.

Aunque la piedra más angular de la historia es Logan, también tienen su peso Beth y Clayton, que en la trama, así como en la disposición y narración de los capítulos, forman un perfecto triángulo equilátero. Son 38 capítulos (más un epílogo, que ocurre dos meses después del último capítulo que aclara el intrigante desenlace del mismo), son muchos, sí, pero un buen número de estos son cortos, incluso de un par de páginas. Cada capítulo está narrado desde la perspectiva de uno de los tres personajes citados arriba, siendo su nombre el que figura debajo del número, salvo que el primero es compartido por Clayton y Thibault y el último por ellos dos y Beth. El epílogo, está narrado desde la perspectiva de Beth.
Por ejemplo, los narrados desde los ojos de Thibault, él se dirige (y menta en su fuero interno) a Beth por su nombre completo (Elizabeth) tras conocerlo porque siempre la había pensado con la “E” que firma el reverso de la foto. Los narrados por Beth en cambio, cuando empieza a sentirse atraída por Thibault, nombra a éste por su nombre de pila. Mientras Clayton, menta a Logan de manera intencionada con la pronunciación errónea de su apellido, Tai-bolt (que en realidad se pronuncia Ti-bó, al ser francés y no inglés), y a Zeus lo llama Cujo (los fans de Stephen King, o al menos los aficionados al cine de terror, sabrán por qué).

Y sobre su final… Precipitado pero correcto, inesperado, tan impactante como crucial; no puedo decir más. El último capítulo deja en el aire que pasó, pero que se aclara con el epílogo, y a cada página que se va sondando de este final la expectación hierve con mayor fiereza hasta que Sparks nos complace con el resultado.

Sabiendo quien es el autor, era de cajón que tuviera adaptación cinematográfica (con Zack Efron interpretando a Logan). Y tras sondarla me agradó mucho, resultándome una de esas cintas que condensan y adaptan con buenos resultados, y más teniendo en cuenta que no siempre se consigue dicho resultado. Habrá muchas cosas que se omiten o se cambian para poder meter esta estupenda historia en el tiempo que suele durar una película y sin que quede en un trabajo cutre y penoso; pero no hay duda de que no ensucia el buen nombre de la novela.

Conclusión: Una historia muy amena, emotiva, romántica sin ser demasiado empalagosa. Con buenos personajes, buena narración y un final vertiginoso que nunca me habría esperado. Es difícil objetar que la pluma de Nicholas Sparks nunca defrauda las expectativas de entretenimiento literario en el género en el que se ha consagrado.

Mi valoración global: 5/5


Trailer de la adaptación cinematográfica (Castellano)




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