viernes, 26 de agosto de 2016

Crítica personal: Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe

Título: Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe
Título en español: Aristóteles y Dante Descubren los Secretos del Universo
Autor: Benjamin Alire Sáenz
Editado en inglés por: Simon & Schuster
Editado en España por: Sin publicación

Sinopsis:

Dante can swim. Ari can’t. Dante is articulate and self-assured. Ari has a hard time with words and suffers from self-doubt. Dante gets lost in poetry and art. Ari gets lost in thoughts of his older brother who is in prison. Dante is fair skinned. Ari’s features are much darker. It seems that a boy like Dante, with is open and unique perspective of life, would be the last person to break down the walls that Ari has built around himself.
But against all odds, when Ari and Dante meet, they develop a special bond that will teach them the most important truths of their lives, and help define the people they want to be. But there are big hurdles in their way, and only by believing in each other−and the power of their friendship−can Ari and Dante emerge stronger on the other side.

Crítica personal (puede haber spoilers):

De nuevo una lectura en inglés, siendo esta la primera que escogí más por gusto propio que por circunstancias que me espolearan a ello. Hubo un tiempo en que vi muchos booktubers mostrando este título en concreto entre sus lecturas; y como me encontré con alabanzas hacía el mismo sin excepciones, a parte de que la temática y la sinopsis me resultaron atractivas, me animé a adquirirlo en inglés (no está editado en España, pero curiosamente en México sí por Planeta). Debo decir que las estupendas opiniones que me encontré entonces no fueron infundadas.

La novela nos ubica a finales de los ochenta en El Paso. Aristotle (Ari) Mendoza es un mexicano-norteamericano de quince años con un serio problema de ostracismo, y a veces de temperamento; bastante antisocial, algo propenso al enfado (tanto si los exterioriza como si no) y poco dispuesto a evidenciar sus emociones e inquietudes más profundas, incluso con su familia; con una cruzada en sus sentimientos y pensamientos que lo convierten en un chico algo complejo y solitario. La relación y la comunicación con su padre son escasas, lineales y lejanas, sobre todo porque este carga sus propios fantasmas inconfesables tras participar en la guerra de Vietnam. Además, su hermano mayor está en prisión y en casa viven como si él nunca hubiera existido.
A comienzos de verano, Ari va a la piscina para aprender a nadar. Será entonces cuando conozca a Dante Quintana, otro mexicano-norteamericano de su misma edad cuya mera presencia refleja ser diametralmente opuesto a él; y sin mediar palabra se ofrece a enseñarle a nadar. Algo tan simple como lo curioso que resulta que ambos tengan nombres singulares será el primer paso a que emerjan los potenciales brotes de una gran y particular amistad.
¿Qué puede salir entre dos chicos tan distintos? La peculiar percepción del mundo y de la vida en sí que ofrece Dante marcará un antes y un después en Ari; aunque este derroche complejidad en su forma de sentir y vivir.
En su amistad compartirán buenos momentos, pero también toda la complejidad y la desorientación propia de la edad de ambos; sin embargo, se tendrán el uno al otro en una confidencia recíproca. Juntos se cuestionarán muchos enigmas de la vida, de las personas, sobre sí mismos y lo que creen y quieren, e incluso de los secretos que esconde el universo.

Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe es una historia que ofrece, dentro de la cotidianidad, un cúmulo de experiencias, vivencias y reflexiones capaz de atrapar al lector prácticamente desde sus primeras líneas, así como unos personajes tan reales y vivos que despiertan grandes cantidades de empatía.
Vemos a Ari y Dante, dos chavales que están en ese punto de transición en que han dejado la niñez pero que a ojos de los adultos, sobre todo los de sus padres, todavía se ven lejos de ser considerados hombres; pero ese periplo se vuelve más llevadero, en especial para Ari, desde que se encuentran el uno al otro, aunque esto no quite que tengas sus propias gestas personales (siendo estas a veces complicadas de compartir incluso con quien se ha estrechado tal vínculo). Por más obstáculos que sientan que encuentren en sus vidas y en sí mismos, su amistad se va tornando más intensa, convirtiéndose en un cabo al que agarrarse, llegando a entenderse sin a penas mediar palabras o si pasan por alguna racha en la que el contacto entre ellos pierde intensidad.

Lo abrumador que pueden ser los cambios físicos de la pubertad; la curiosidad, el descubrimiento, e incluso el rechazo a todo lo referente al sexo, incluyendo las típicas conversaciones entre hombres espoleadas por la testosterona; el ser fiel a lo que te guste o a uno mismo aunque eso signifique salirse de lo que se condiciona la sociedad; la encrucijada entre confiar o recelar, exponerse o no a los demás y a todo lo que pueda afligirte; la búsqueda de la verdad y de conocer tu núcleo familiar sin velos de enigmas; sentir que tienes algo que ocultar incluso con quieres te importan por miedo a que eso les herirá o dañe la imagen de ti de manera severa e irreparable; o algo tan simple como vivir esa etapa llamada adolescencia, serán ejemplos de lo que nos ofrece la novela, vendiéndonos este tipo de temas con un atractivo poco habitual.

También está presente la homosexual, no en vano fue galardonado (entre otros premios) con el Stonewall Book Award. Sin embargo, esto fue tratado y mostrado de un modo inesperado a lo que imaginé a priori pero que, igualmente, me agradó e incluso sorprendió; sobre todo teniendo en cuenta que en esa época aún era un tema bastante complicado en la sociedad.

La amistad entre sus principales protagonistas es algo que me encantó desentrañar; tan cotidiana pero a su vez tan propia de ellos dos. Con sus buenos momentos, pero también complicados en los que a veces alguno de ellos (en particular Ari) tiende a evadirse un periodo de tiempo. Uno se puede dejar llevar por todo lo que exuda la relación entre estos personajes, sobre todo su espontánea efervescencia.
Algo curioso y bastante recurrente son las puyas amistosas que se lanzan, siendo una de las más comunes el demostrar quien es el más mexicano, a pesar de ser estadounidenses; y Dante no dará su brazo a torcer aunque cuente con el handicap de tener ascendencia norteamericana. Quizás este ejemplo sea una minucia para algunos, pero que desde mi perspectiva refleja la importancia que podemos darle a nuestras raíces o a algo intrínseco nuestro; que aun viviendo en los Estados Unidos, eso no está reñido con  el orgullo de sendos protagonistas por su herencia cultural.

Y precisamente por esto último, es inevitable que el elemento latino está muy presente en la novela debido a su elenco principal; sobre todo en lo que se refiere al idioma. Es bastante frecuente, sobre todo en la madre de Ari, el uso del español en los diálogos en forma de palabras sueltas, expresiones y alguna frase corta que otra.

La historia está narrada por el propio Ari, el cual sin duda proporciona un resultado sumamente visceral. Está dividida en seis partes: The Different Rules of Summer, Sparrows Falling from the Sky, The End of Summer, Letters on a Page, Remember the Rain y All the Secrets of the Universe. He de decir que la exposición de esta novela ha sido una de las que más me han atrapado como lector, y creo que agradará a cualquiera que conecte tanto con el argumento como con el propio Ari. Sus capítulos suelen ser bastante escuetos, algunos incluso mucho menos de una página, y el dinamismo se palpa con constancia.

El estilo de Benjamin Alire Sáenz es simplemente estupendo, imprevisible, adictivo y fluido; incluso en esta lectura mía en inglés. Dos muchachos son poca cosa comparada con el universo entero, pero él ha logrado meter un pequeño pero rico cosmos en un simple libro de manera exitosa. Hace que su protagonista/narrador detalle lo que vive y, sobre todo, lo que siente; logrando una de las prosas más sentidas y realistas que haya tenido el placer de adentrarme, y cada línea supura sencillez que atesora profanidad e intensidad. Otro aspecto atractivo de la escritura del autor es que es bastante claro y con escasos remilgos, incluso con algún tema que más de uno tocaría con algo de delicadeza, pero sin caer tampoco en aguas demasiado turbias a la hora de tratarlos.
Sin duda, Alire creó con esta novela una maraña que uno desearía enredarse más y más hasta llegar al ocaso de un delicado, intenso y vívido argumento claramente tejido con mimo y pasión.

Ari me gustó mucho como personaje; sobre todo porque es de esos pocos casos que, de que fuera alguien real y lo tuviera cerca, sentiría sincera empatía hacia él pero que al mismo tiempo desearía darle una buena colleja por más de un pensamiento, sentimiento o acto que muestra a lo largo de la novela. Quizás un poco de cada circunstancia suya haya influido en su forma de ser. Le frustra que su hermano (que acabó entre rejas siendo él todavía muy pequeño) sea algo así como un doloroso tabú en su casa, sin saber siquiera que habría hecho para estar en prisión; y de igual manera le pesa lo poco que parece conocer a su propio padre, a quien la guerra dejó una dolorosa impronta. Las relaciones sociales no son precisamente su fuerte; y aunque Dante demuestra haber encontrado una pequeña rendija que le permita llegar a lo profundo de él, Ari resulta un bastión emocional nada fácil de explorar a fondo. Es recurrente a la ambivalente facilidad de sentir amor y enojo hacia la gente que le importa según sus circunstancias y estados anímicos; y del mismo modo se bambolea entre el querer y no querer en algunos momentos. A lo largo del libro, a raíz de que Dante deje su huella en él con su amistad, Ari mutará poco a poco en muchos aspectos, a medida que secretos, revelaciones, reflexiones y vivencias diversas se sucedan en torno a su persona.
Dante es un chico único, a mi parecer. Sus maneras, encantos y carisma hacen que se meta a casi cualquiera en el bolsillo. Suele ser visto como un joven interesante por ser bueno en natación y en el dibujo, sumándole su gusto por la poesía. Pero lo que más defina a Dante es su propia y genuina manera de ver el mundo, así como su propia filosofía de vida, tan desinhibida y fresca, sin miedos a que el resto de la gente no comparta o entienda su forma de ser; en pocas palabras, un pez que nada contra corriente sin lamentarse de ello. Con ciertas rarezas pero que le alaban como alguien que no se deja arrastrar gratuitamente por la marea social, con una personalidad genuina y propia. En muchos aspectos es alguien valiente y diligente (sobre todo a la hora de lanzarse hacia su amistad en las duras y las maduras, incluso si Ari pone barreras en algún momento de obcecación por parte de su ostracismo), pero en otros demuestra mucha sensibilidad, cierta fragilidad y una relación bastante afectiva con sus padres. Él será el que conmueva a Ari (y al lector de paso) con sus sentimientos, su personalidad y todo lo que el experimenta y comparta a lo largo de la novela; porque dejará claro que él mismo, bajo ese halo de seguridad y resolución, también siente y padece.
Básicamente, ellos dos son los ejes centrarles de la trama, a parte de sus respectivos padres, tan reales como cualquier matrimonio bien avenido con hijos.
De los Mendoza destacaría el peso que acarrea el cabeza de familia tras su paso por una cruenta guerra, un terreno vedado de sí mismo que ni tan siquiera su esposa logra explorar tan libremente. Pero este personaje y su relación con Ari reflejará evolución y revelaciones que marcarán un antes y un después. Por su parte, la señora Mendoza es un encanto de mujer, esposa y madre; de personalidad constante, con una relación muy unida a su hijo aunque este tenga un carácter complejo. De todos modos, la madre de Ari tendrá también sus cruzadas personales.
Los Quintana demuestran ser muy afectivos con Dante, pero no por ello son unos padres descuidados, ni mucho menos (siendo ella más estricta que él en muchos momentos). Casi como su propio vástago, entrarán en la vida de Ari y entre el matrimonio y el benjamín de los Mendoza cuajará una buena relación con el tiempo, así como un acercamiento, a pesar de las reticencias del Ari que conocemos al comienzo de la novela.
El elenco activo dentro de la novela es bastante escueto. Destacaría a Gina Navarro y a Susie Byrd, compañeras de clase de Ari con cierto trato hacia él a pesar de que le resulte cargante relacionarse con ellas (sobre todo por lo insistente que puede ser Gina); a pesar de todo, podría decirse que son los más parecido a amigas para él si dejamos a un lado a Dante. La participación de estas muchachas es más bien contada y harán su primer acto de presencia por el ecuador de la novela, pero aportan bien a la trama dentro del papel que se les asigna.
Muchos son los personajes que son más por mención y/o participación indirecta. Las gemelas hermanas mayores de Ari son un ejemplo, y, en particular, el propio Bernardo Mendoza, un nombre lleno de enigmas tanto para el protagonista/narrador como para el lector que espolean el interés. Este último caso es uno de los mayores focos de atención de la trama, aunque son otros los que incluso en el último tramo logran captar la curiosidad.

La trama, simplemente estupenda, fresca, sencilla, profunda y atractiva. Sobre todo, es que es una historia en absoluto previsible y no se puede dar nada por sentado; ofreciendo giros inesperados, enigmas que plantear y revelaciones impactantes. Vemos los altibajos de Ari, su evolución y a veces algún momento de involución que corregir; vemos encerrarse en sí mismo pero también emocionarse como todo adolescente; su rabia y sus motivaciones se retuercen a medida que el tiempo pasa y se busca a sí mismo.
El final es sumamente revelador, sobre todo para el propio Ari, quien en las últimas páginas necesita incluso un empujoncito de quienes le quieren para comprenderse a sí mismo. Comprender que a veces las respuestas son más cercanas y simples de lo que creemos. Que a veces son esas pequeñas cosas que no nos damos mucha cuenta o no le dedicamos atención las que importan.
Aristotle and Dante Discover the Secrets of the Universe se convirtió para mí en uno de esos libros que se hacen de querer cuando se leen y que te dejan una sonrisa difícil de borrar cuando lo terminas.

En lo que respecta al nivel de inglés, para quienes sean reticentes a salirse de nuestra lengua madre, diré que me resultó la más fluida y cómoda hasta la fecha. Es realmente fácil de leer, dejando a un lado consultas al diccionario o buscar el significado de algunas expresiones (este libro se ha ganado la anécdota personal de haberme enseñado cómo se dice en inglés ese universal gesto vulgar con el dedo corazón); sin embargo, la comprensión que derrochan sus líneas hace que sea fácil de seguirlas de una única ojeada, incluso si hay más de una palabra que desconozcas.
Idóneo tanto para los que dominen bien el inglés como los que están intentando de pulirlo; con el que cualquiera puede reforzar sus conocimientos a la par que disfrutan de una estupenda historia. Ese es sin duda otro encanto de Aristotle and Dante si optas por hacerlo en la versión original: aún teniendo que leer, traducir y comprender al mismo tiempo, sin duda es capaz de mantener la misma motivación lectora que si lo hicieras en castellano.

Conclusión: La historia de un muchacho que cree que conociendo los secretos del universo sería capaz de entenderlo todo, tanto la vida como su propia familia o a sí mismo. La historia de una amistad que cautiva desde ese comienzo espontáneo y limpio en un día de verano en la piscina. La historia que enseña a que muchas veces las respuestas que buscamos está en nosotros mismos.


Mi valoración global: 5/5

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